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Soy José Canseco

  • Puni Fernández
  • 19 feb 2024
  • 3 Min. de lectura

📖 “Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, hasta en los confines de la tierra." Hechos 1:8


Jesús, luego de resucitar y justo antes de ascender al cielo, les prometió a sus pocos discípulos (pocos, comparados a todos los que hoy lo somos) “recibirán poder y serán mis testigos”.


Un hombre fue maldecido con la terrible condición de no poder pronunciar mentiras por veinticuatro horas. Digo maldición porque este hombre es ¡un abogado

El gran Jim Carrey interpreta a un abogado especialista en mentiras que, tras recibida esta maldición, tiene que ingeniárselas para ganar un juicio diciendo solo la verdad en lugar de ganar mintiendo y arreglando testigos como siempre lo había hecho. Resulta muy gracioso ver como llama a sus propios testigos y trata de hacerles preguntas tramposas para inducirlos a mentir en sus respuestas, intentando torcer la verdad a su favor pero, por estar "maldecido" no puede hacer preguntas que ayuden a sus testigos a mentir, sino que expone la falsa condición de sus ellos. Sus testigos sufren, sudan, entran en pánico cuando su propio abogado, quien los tiene que ayudar a mentir para ganar, les ¡exige decir la verdad!


¿Te imaginás como sería, armar una mentira durante semanas y en el momento de subir al estrado, tu abogado, tu cómplice, te traiciona y empieza a desbaratar tu plan para ganar?


Jesús, luego de resucitar y justo antes de ascender al cielo, les prometió a sus pocos discípulos (pocos comparados a todos los que hoy lo son) “recibirán poder y serán mis testigos”. (Hechos 1:8)

👁️ Qué es ser un testigo

En su acepción más amplia, testigo es aquella persona que es capaz de dar fe de un acontecimiento por tener conocimiento del mismo, es decir, sabe de que habla y da fe de su veracidad.


Dios nos llama a ser testigos de Jesús. Entran en juego entonces dos cuestiones muy importantes al momento de ser testigo fiel:

✅ Lo que conozco de Jesús.

✅ El poder para contarlo y ¡probarlo!.


Fuimos llamados a ser testigos.

Jesús promete que íbamos a recibir un poder tan especial, que nos haría conocer todas las cosas (aunque no hubiésemos estado con Jesús) y nos daría la credibilidad (las pruebas) para demostrar y dar fe de la veracidad de nuestro testimonio.

El Espíritu Santo nos capacitará para mostrar y declarar lo que hemos visto y conocido acerca de Jesús.

No vamos a ser testigos como los que preparaba Jim Carrey, listos para mentir e inventar. Si pretendemos ser testigos de Jesús, sin haberle conocido y haber experimentado en nuestro vida su poder, vamos a fracasar. Por eso muchos se cansan del evangelio, porque lo viven de oídas y no de primera persona. Así cuando empiezan a querer servir a Jesús, ni siquiera ellos creen lo que dicen, entra la duda, empiezan a transpirar como testigo falso y abandonan.

No hacemos la obra del líder, de la célula, de la iglesia. Estamos haciendo la obra de Jesús.


Cuánto conozco del Señor será clave para poder ser un mejor testigo de quién es Él.

Eso me lo dará el tiempo que dedique a pasar con Él en oración y en la Palabra. No puedo separarlos.


Y es en el momento de testificar, de decir lo que conozco de Él, que el Espíritu Santo te va a llenar de poder para demostrar que todo lo que decís es verdad.

Si no testificamos, no vamos a necesitar ese poder, pero si te disponés a hablar de Jesús el Espíritu Santo te respaldará con señales y milagros y una convicción de verdad en los que te escuchan.


Algunas cosas importantes que nos enseña este pasaje:

👉🏻 Dios no añade estrellas ni talentosos sino TESTIGOS. (v21).

👉🏻 Dios no añade por capacidad sino por lo que hemos visto de él v8.

👉🏻 Dios añade testigos de su resurrección (v22). Esto no es religión, conocimiento muerto, sino Jesús vivo, doctrina viva, de lo sobrenatural.


v25-26. Dios no te suma como un número, te cuenta como uno de los 12 (un discípulo directo de Jesús). Dios lo hace personal, hacelo personal vos también.


Nota: si no entendiste el título de este devocional, buscá la escena en Youtube, ¡te vas a reír fuerte!. https://www.youtube.com/watch?v=3tCjE01LWVw



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Pablo Fernández.

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